Adicciones y comorbilidad desde la terapia de esquemas.

Por: Lic. Miriam Arrona

La terapia de esquemas es una psicoterapia que puede ser útil en el tratamiento de adicciones, ya que se centra en los esquemas desadaptativos tempranos y en el trastorno de personalidad asociado a la adicción:
- Esquemas desadaptativos tempranos Son patrones de pensamientos, emociones, recuerdos y sensaciones corporales que se construyen a lo largo de la vida, en respuesta al ambiente en el que se vive.
- Trastorno de personalidad asociado a la adicción La terapia de esquemas se centra en el origen de este trastorno en la infancia, así como en sus aspectos emocionales y relacionales.
La terapia de esquemas es una psicoterapia integrativa que combina elementos de la teoría del apego, la Gestalt, el constructivismo, las escuelas cognitivo-conductuales y elementos psicodinámicos. En el caso de las adicciones, la terapia de esquemas se enfoca en cambiar los esquemas desadaptativos y los estilos de afrontamiento.
Los pacientes que reciben esta terapia pueden reinterpretar y reescribir sus traumas, lo que les permite liberarse de los eventos traumáticos que les generan sufrimiento, dolor e infelicidad
Como terapeuta de esquemas, el enfoque en adicciones y comorbilidad se basa en la identificación y el abordaje de los esquemas nucleares desadaptativos que subyacen a estas problemáticas. A continuación, te comparto una posible perspectiva para abordar esta temática:

1. Relación entre adicciones y esquemas desadaptativos
- Las adicciones suelen estar profundamente vinculadas a esquemas desadaptativos tempranos (p. ej., abandono, defectuosidad, privación emocional). Estas estructuras cognitivas pueden conducir a patrones de afrontamiento desadaptativos, como el uso de sustancias o conductas adictivas para evitar emociones dolorosas.
- La adicción puede convertirse en una forma de «autocuidado tóxico» para lidiar con emociones intensas que surgen del esquema activado, perpetuando un ciclo destructivo.
2. Comorbilidad en el contexto de los esquemas
- La presencia de trastornos comórbidos, como depresión, ansiedad, TLP u otros, puede agravar la vulnerabilidad a las adicciones. Estos trastornos interactúan con los esquemas desadaptativos y refuerzan la sensación de impotencia o desesperanza.
- Por ejemplo, en un paciente con un esquema de abandono, la depresión puede intensificar el sentimiento de soledad, y la adicción puede servir como un «escape» temporal.
3. Terapia de esquemas como herramienta para tratar la comorbilidad
- Evaluación de esquemas nucleares: Identificar cuáles son los esquemas centrales que están impulsando tanto la adicción como los trastornos comórbidos. Usar cuestionarios y entrevistas para explorar patrones.
- Trabajo con modos: Ayudar al paciente a reconocer sus «modos» activados (por ejemplo, niño vulnerable, protector alejado, niño impulsivo…) y cómo estos contribuyen a la conducta adictiva y a los síntomas de la comorbilidad.
- Construcción de modos saludables: Fomentar un modo adulto saludable que pueda lidiar de manera efectiva con las emociones intensas y ofrecer formas de autocuidado más adaptativas.
4. Intervenciones específicas
- Reprocesamiento emocional: Trabajar con las emociones subyacentes que alimentan los esquemas, como el dolor, la vergüenza o el miedo.
- Técnicas de afrontamiento adaptativas: Enseñar estrategias saludables para enfrentar situaciones que antes conducían al uso de sustancias o conductas adictivas.
- Validación y empoderamiento: Validar las experiencias del paciente mientras se trabaja en la construcción de una narrativa personal más positiva y adaptativa.
5. Importancia del contexto biopsicosocial
- Entender que las adicciones y la comorbilidad no solo tienen una base psicológica, sino también biológica y social. Integrar un enfoque multidisciplinario, colaborando con otros profesionales cuando sea necesario.
- Trabajar en la reconstrucción de redes de apoyo y en la creación de entornos seguros para que el paciente pueda practicar nuevos patrones de conducta.
6. Desafíos comunes
- Resistencia al cambio: Algunos pacientes pueden mostrarse renuentes a abandonar conductas adictivas porque estas actúan como una «válvula de escape». Es crucial abordar esta resistencia con compasión y un plan gradual.
- Riesgo de recaídas: Las recaídas son parte del proceso. Integrar estrategias para manejar recaídas sin juzgar ni reforzar el esquema de defectuosidad.
Reflexión final
Desde la terapia de esquemas, abordar las adicciones y comorbilidades implica un equilibrio entre validar el dolor del paciente y ayudarlo a construir modos más saludables para gestionar su vida. Es una intervención profunda que no solo busca resolver síntomas, sino también transformar las bases emocionales y cognitivas que sustentan los patrones problemáticos.
La adicción no es solo un comportamiento desadaptativo, sino un intento desesperado de llenar vacíos emocionales o de silenciar heridas profundas que no han encontrado otro cauce para ser procesadas.
Desde esta perspectiva:
- El consumo o la conducta adictiva como un “parche” temporal: Para muchos pacientes, las sustancias o comportamientos adictivos representan un alivio momentáneo a la activación del esquema, ya sea calmar la soledad, mitigar la ansiedad o anestesiar el dolor. Aunque estos recursos son destructivos, para el paciente son estrategias que han permitido la supervivencia emocional.
- Evitar la reactivación del esquema: Por ejemplo, un paciente con un esquema de defectuosidad puede usar una adicción para evitar enfrentarse a situaciones que confirman su autoimagen negativa.
La clave aquí no es solo ver la adicción como algo «malo», sino como una señal de que el paciente carece de herramientas saludables para lidiar con sus heridas internas.
La coexistencia de trastornos comórbidos, como ansiedad, depresión, TDAH o trastornos de personalidad, añade capas de desafío al proceso terapéutico. En muchos casos, estos trastornos refuerzan los esquemas y complican el trabajo de cambio.
- El ciclo de refuerzo negativo: Por ejemplo, la depresión puede aumentar la activación del esquema de privación emocional, haciendo que el paciente se sienta más solo y desconectado, lo que a su vez lo lleva a buscar alivio en el consumo.
- Los trastornos comórbidos como parte de una narrativa más amplia: En lugar de tratar cada problema de forma aislada, la Terapia de Esquemas permite integrar estas dificultades en una historia coherente, ayudando al paciente a entender por qué se siente de cierta manera y cómo estas dinámicas están conectadas.
- Trabajar desde la Terapia de Esquemas implica algo más profundo que reducir los síntomas o eliminar las conductas adictivas: es una invitación a una transformación personal.
- Reconectar con el niño vulnerable: Ayudar al paciente a conectar con su yo más auténtico y dolorido, a escuchar sus necesidades y a ofrecerle cuidado desde un lugar seguro. Este proceso es particularmente poderoso, ya que las adicciones a menudo actúan como barreras que protegen a este niño vulnerable del sufrimiento, pero a costa de mantenerlo desconectado.
- Construir el modo adulto sano: Es crucial que el paciente desarrolle un “Adulto Sano” capaz de cuidar al niño interno, enfrentar las emociones difíciles y encontrar formas más adaptativas de satisfacer sus necesidades emocionales. Esto no solo mejora su relación con las adicciones, sino que también reduce el impacto de los trastornos comórbidos.
Desde la Terapia de Esquemas, trabajar con adicciones y comorbilidad no se trata únicamente de ayudar a los pacientes a “controlar” o “superar” sus síntomas, sino de guiarlos hacia una vida más plena y significativa. Es un proceso de redescubrimiento, en el que se aprende a enfrentar las heridas del pasado con nuevas herramientas, a construir relaciones más saludables y a desarrollar una relación más amorosa con uno mismo.
En este camino, el terapeuta actúa como un faro: alguien que ilumina la oscuridad de los esquemas desadaptativos, que acompaña al paciente en sus momentos más vulnerables y que cree en la posibilidad de cambio incluso cuando el paciente no puede verlo por sí mismo. En última instancia, es un acto de fe en la resiliencia y en la capacidad humana para transformar el dolor en crecimiento.

Muchas gracias por el trabajo que realizan
Me da mucho gusto que exista un lugar asi, dónde con su ayuda se puede encontrar alivio y un cambio de vida para las personas con esta enfermedad.
Muchas felicidades y gracias por su trabajo. Espero tengan el alcance suficiente para todos los que necesiten de su apoyo.